viernes, 12 de abril de 2013

la educación, la sociedad y el hombre


LA EDUCACIÓN, LA SOCIEDAD Y EL HOMBRE
La educación, como formación de la nuevas generaciones en lo cánones que establece la cultura, resulta de vital importancia para cada sociedad que aspira a lograr miembros capaces de mantenerla y desarrollarla. Cómo y desde qué principios, posturas y posiciones teórico-metodológicas resultan una preocupante de gran alcance e impacto en el quehacer de todos los que se ocupan del proceso educativo. Este trabajo pretende más que brindar "recetas", aportar puntos de razonamiento que también pueden ser de debate en cuanto a la importancia del enfoque histórico social para la práctica educativa.

Los hombres, desde sus primeros momentos de existencia, se agruparon para afrontar el medio del que obtienen lo necesario para vivir y desarrollarse, manteniendo una relación activa con éste, a la par establecen múltiples y complejas relaciones con sus iguales. En la búsqueda de soluciones a los restos que le presenta el medio externo, o sea, en la supervivencia y en la resolución de sus problemas de integración interna como grupo, los hombres descubrieron, crearon y desarrollaron significados, representaciones e imaginarios vinculados al contexto socio-histórico del que son producto y productores, comenzando entonces a estructurarse la cultura, un fenómeno humano que se enriquece en la complejidad de las relaciones con los otros, las relaciones sociales. 
La sociedad debe garantizar, a través de la educación, la transmisión activa a las nuevas generaciones de los avances de la cultura humana, propiciando el movimiento histórico, pues, "esta ligazón entre el progreso histórico y el progreso educativo es tan íntima, que por el nivel general del desarrollo histórico de la sociedad podemos determinar, sin equivocación, el nivel de desarrollo de la educación y, al contrario, por el nivel de desarrollo de la educación se determina igualmente el nivel de desarrollo económico y cultural de la sociedad”


La sociedad, a partir de su estadio de desarrollo y sus aspiraciones, conforma las características que deben poseer los hombres que aspira a formar: los objetivos del proceso educativo, constituyendo esta problemática el encargo social que dicha sociedad plantea a la escuela, demostrándose en la práctica histórico-social, que la formación de las nuevas generaciones (de acuerdo con las aspiraciones de la sociedad y acorde con las necesidades sociales), se produce fundamentalmente en el proceso educativo, el cual es de naturaleza social, es decir, solo en la sociedad y cómo resultado de las relaciones sociales el hombre transforma la naturaleza y se transforma a sí mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario